Si quieres escuchar la música de esta página, al final de la misma encontrarás un reproductor.


Álvaro ya no tiene voluntad. Su ánimo es líquido que se amolda al recipiente de Alicia. Si Alicia está feliz, él es felicidad. Si Alicia sufre, el sufrimiento se encarna en Álvaro. Cuando entra en la clase, cuando nota su presencia, es como si el líquido estuviera esperando qué debiera ser su forma. El desconcierto de Alicia al ofrecerle en la mañana acompañarla hasta Francia aún moldea a Álvaro. Está desconcertado.No se atreve a predecir, a decir antes de tiempo, las palabras que debieran acercarlos más, a unirlos de nuevo como unidad en dos. No puede soportar equivocar con las palabras, lo que tan claro está en su sentimiento. Espera lo que sea que Alicia desee porque eso será lo que él desea que sea.

No hay comentarios: